Tuberías de vapor
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Golpe de ariete de vapor o condensado Si las tuberías de vapor o equipos como los intercambiadores de calor no se drenan lo suficiente, pueden producirse daños importantes como consecuencia del golpe de ariete. Si el vapor caliente o el condensado caliente entran en contacto con agua fría, se produce la ruptura repentina de grandes burbujas de vapor. Esta implosión provoca una entrada de agua que choca consigo misma y provoca picos de alta presión. El golpe de ariete se produce principalmente por un drenaje insuficiente del condensado, una instalación inadecuada o dispositivos defectuosos y un funcionamiento incorrecto. |
Desagüe
Debido a la pérdida de calor en las tuberías, se acumula condensado que debe recogerse y eliminarse. Por lo tanto, debe haber una pendiente suave de 5 – 10 mm por m de longitud de tubería, es decir, 0.5 – 1 %, en la dirección de flujo para permitir que el condensado fluya hacia las conexiones de drenaje.
Las conexiones de drenaje se instalan de la siguiente manera:
- En tuberías rectas regularmente cada 30 – 50 m
- Antes de cada punto de estancamiento (por ejemplo, válvulas o tramos verticales de tuberías)
Estas deben ser capaces de eliminar y recoger el condensado en las tuberías para que pueda ser evacuado por los desagües. Con diámetros nominales de hasta DN 100, las conexiones de evacuación deben construirse con el mismo diámetro nominal que la tubería de vapor para permitir que también se recoja el condensado que se forma al arrancar. Con diámetros mayores, los diámetros nominales de las conexiones de recogida pueden ser menores que el diámetro nominal de la tubería de vapor. Las conexiones colectoras deben tener una longitud de 500 mm y las tuberías de condensado deben fijarse al lateral para evitar que la suciedad afecte el purgador de condensados. Además, el condensado no debe verterse a la atmósfera debido a su importante entalpía, sino que debe transportarse a través de una tubería colectora hasta el depósito de agua de alimentación, donde puede reutilizarse.
La cantidad de condensado que debe evacuarse se relaciona, a través de la entalpía de evaporación, con las pérdidas de calor en las tuberías, válvulas y otros componentes incorporados para el tramo de tubería correspondiente.